Benito Muros, Presidente de la Fundación Feniss. – Fundación Energía e Innovación Sostenible Sin Obsolescencia Programada-, en un acto de Recortes Cero – Grupo Verde.
“Si se quiere transformar verdaderamente la sociedad hay que transformar la industria productiva eliminando la obsolescencia programada”
Electrodomésticos que “mueren” a los cinco años, aparatos que resulta más económico tirar que reparar…, es el ciclo del consumo infinito, como resultado de la programación intencionada de los productos para acortar su vida útil o, lo que es lo mismo, la obsolescencia programada que practican dominantemente las multinacionales fabricantes.
Sobre esto ha hablado en Bilbao Benito Muros, presidente de la Fundación Feniss y fundador del Movimiento S.O.P., que ha participado en un acto de Recortes Cero – Grupo Verde celebrado en la Plaza de Santiago para reclamar la importancia de erradicar la obsolescencia programada de nuestras vidas, en la senda de una nueva conciencia social de desarrollo sostenible; “Sería una forma de redistribuir la riqueza” ha afirmado.
“Cuando se iniciaron estas prácticas empresariales en los años 30, después del crack del 29, la riqueza estaba distribuida en un 50% de las personas. Ahora, en 2016, el 92% de la riqueza en el mundo está en un 8% de las personas. La obsolescencia programada permite acumular la riqueza cada vez en menos personas, que son los bancos y las multinacionales. Además, las multinacionales que practican la obsolescencia programada no tributan en España como tributan las pequeñas y medianas empresas, es decir, a una media del 23 al 25% y sino a una media del 6%. Tampoco son una fuente de creación de empleo, ya que van a fabricar a países donde no se respetan ni los derechos humanos ni los derechos laborales, como China, la India o Paquistán. Tampoco tienen un modelo de empleo permanente, ni siquiera aquí en España. Por eso es tan importante erradicar la obsolescencia programada.”
Además de sus consecuencias económicas, Benito Muros ha recalcado también las consecuencias para el medio ambiente. “Acortar la vida útil de los productos implica fabricar una y otra vez, lo que produce el agotamiento de las materias primas, la emisión de CO2 a la atmósfera… etc. Por lo tanto es fundamental que acabemos con obsolescencia programada y el modelo del crecimiento permanente, no tiene sentido que en un planeta finito tengamos un modelo de crecimiento infinito”.
Para esta especialista y activista contra la obsolescencia programada la solución es una ley, como ya tienen en Francia “que impida que los productos se fabriquen con obsolescencia programada. Simplemente se fabrican componente y productos con la máxima durabilidad que permita la tecnología, como ya se hacía hace 50 y 60 años. Es cuestión de tener voluntad para hacerlo.”
Esta medida se recoge en el programa de Recortes Cero – Grupo Verde, la quinta candidatura con un proyecto de conjunto para todo el país enmarcado en el desarrollo de una nueva política ecológica que impulse un desarrollo sostenible y se enfrente a la contaminación y al cambio climático, protegiendo la riqueza y diversidad medioambiental.
La coalición esta formada por 21 asociaciones sociales y políticas siendo algunas de ellas ecologistas y es la única candidatura con un marcado contenido ecologista que se presenta a las elecciones generales del 26 de junio en las 52 circunscripciones electorales, integrando en su programa un “Decálogo Verde”.
“Creo que RC tiene propuestas muy interesantes para los ciudadanos, no solo la eliminación de la obsolescencia programada sino la redistribución de la riqueza. Si se quiere transformar verdaderamente la sociedad hay que empezar por transformar la industria productiva para llegar a la redistribución de la riqueza y eso solo se puede conseguir si se elimina la obsolescencia programada. “
Benito Muros trabaja desde la Fundación Feniss para contribuir a la eliminación de la obsolescencia programada, participando de forma activa en el cambio hacia un modelo económico y social basado en las sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente y por las personas. Para ello la fundación ha diseñado un sello de innovación sostenible sin obsolescencia programada, que se otorga a aquellas empresas que fabrican sin estas practicas, de forma que tengan visibilidad ante los ciudadanos y estos puedan elegir un producto sin acortar la vida útil.