Foro de intelectuales, artistas y profesionales
No podríamos escribir la historia de España en el siglo XX sin contar con el papel de los intelectuales y artistas en la vida social, en el debate público, en la formación de las ideas y las corrientes de opinión sobre los asuntos más cruciales del país.
Desde la generación del 98 y del 27, hasta la transición democrática, y dentro de una enorme pluralidad de puntos de vista y sensibilidades en los diversos ámbitos intelectuales, artísticos o científicos, un anhelo, un sueño compartido ha recorrido década tras década varias generaciones: el deseo de construir un país soberano, moderno, próspero, democrático, plural, avanzado. Un país, que respaldado por su ingente patrimonio histórico y cultural, pusiera en marcha toda su energía transformadora, y aunando los talentos individuales en una dirección común, fuera capaz de construir un proyecto propio, independiente, al servicio de la mayoría de la sociedad y de sus ciudadanos.
Igual que en el pasado, España se enfrenta hoy a fuerzas muy poderosas, que ahora a través de los recortes, paralizan, desmoralizan y destruyen nuestro potencial colectivo y nuestras capacidades individuales.
Los recortes vienen dictados desde el exterior, y las imposiciones de todo orden que de manera impune vienen de Estados Unidos y Alemania, a través del FMI, el BCE y la Comisión Europea, con sus políticas neoliberales, están recortando la soberanía del país hasta extremos impensables, condicionando hasta los más nimios detalles, no sólo del ámbito político y económico, sino también de nuestra vida cultural, científica, educativa, jurídica, sanitaria, etc.
Recortes económicos y de soberanía, que están provocando una auténtica regresión social, como muestra el éxodo de miles de jóvenes altamente cualificados obligados a emigrar para subsistir; y una auténtica regresión cultural, ejemplificada en el enorme perjuicio que la subida de impuestos significa para la supervivencia y el desarrollo de nuestra vida artística.
Para que nuestro país pueda recuperar la iniciativa, es imprescindible una verdadera alternativa. Un programa global que sea capaz de oponerse punto por punto a cada uno de los recortes (también a cada una sus premisas ideológicas), ofreciendo soluciones y propuestas, reales y factibles, al servicio del 90% de la sociedad. Una verdadera alternativa que tome como ejes maestros la Redistribución de la riqueza, la Ampliación de la democracia, y la Defensa de la soberanía nacional. Que defienda la educación, la ciencia y la investigación, la cultura y las artes en toda su diversidad plurinacional, como los motores económicos y sociales que son para la prosperidad del país, protegiéndolos con firmeza de intereses ajenos.
Elaborar esta alternativa no puede ser tarea de un círculo reducido de personas. Tenemos que elaborarla en un proceso democrático y participativo lo más amplio posible, pues sólo así responderá a las verdaderas necesidades de todos y cada uno de los diferentes sectores y ámbitos sociales. Para ello es imprescindible la participación activa de los sectores más conscientes del pensamiento. La participación activa de intelectuales, artistas, profesionales, especialistas, técnicos…; que en sus respectivos ámbitos crean pensamiento y construyen tejidos culturales y sociales, y cuyas contribuciones en un marco colectivo de debate y acción pueden adquirir una fuerza exponencial.
Todas las personas que bien por poseer capacidades excepcionales, o por haber dispuesto de medios para formarse, deben sus conocimientos a muchas otras que en el pasado contribuyeron con su esfuerzo a su saber. Por ello, están en deuda con la humanidad, y de algún modo tienen el compromiso moral de aportar su conocimiento al progreso colectivo.
Todos tenemos el mismo derecho a ser felices y a realizarnos en todas nuestras potencialidades. Y nunca, bajo ningún concepto, admitiremos que un ser humano sea tratado como si fuera una mercancía.
Los miembros de este Foro nos sentimos herederos de esa tradición cultural, que pone el pensamiento al servicio de la transformación social, y de su pregunta central: ¿qué país necesitamos construir, qué papel puede jugar nuestro país en el mundo?
Hoy, esa tarea pasa por luchar contra los recortes y contra el proyecto de degradación para España que éstos representan.
Somos conscientes de que ésta es una propuesta ambiciosa y compleja, pero al mismo tiempo necesaria si aspiramos a tener otro proyecto de país, capaz de ganarse el respeto y el apoyo de la ciudadanía.