y denuncia la polarización de la sociedad en dos extremos que no representan a la mayoría
* El proyecto presentado por el Gobierno está lejos del programa de Recortes Cero, pero su aprobación sería la mejor noticia en estos momentos de tensión creciente.
* La línea de oposición presentada por Casado y VOX, junto a Torra, parece tener un único objetivo: acabar lo más rápidamente posible con el gobierno de Sánchez a cualquier precio.
Parece claro que, en vísperas del debate más importante del año, y del inicio del juicio a los responsables del 1 de octubre, la oposición, encabezada por Casado, se muestra dispuesta a tratar de acabar con la actual legislatura a cualquier precio.
Los independentistas de Torra, pese a las presiones que ejercen, se encuentran en el momento de más debilidad desde que se iniciara el Procés. Con menos respaldo y más división que nunca, con la autonomía prácticamente paralizada y el Parlament cerrado, el President Torra ha reaccionado al cambio de línea operado tras la moción de censura, atacando cualquier avance que signifique la mejora de las condiciones de vida de la mayoría.
Los Presupuestos revierten algunos de los recortes más significativos realizados por el anterior gobierno y que Casado no parece dispuesto a permitir que se toquen. En las cuentas que ha presentado el Ejecutivo se desatasca la subida de las pensiones, condenada al 0,25% con Fátima Báñez, el incremento del salario mínimo interprofesional o la aprobación de diversas partidas de ayudas sociales, entre otros.
Recortes Cero denuncia que el camino elegido por Pablo Casado pasa por elevar, hasta donde haga falta, la tensión y los factores de desestabilización, envolviéndose, si es necesario, en la bandera de España, lo mismo que hace Torra con la Senyera.
En este contexto y, ante los crecientes rumores de adelanto electoral, Recortes Cero defenderá su alternativa electoral, sea cual sea la fecha convocatoria. Pero denuncia que estamos asistiendo a un proceso cuyo único objetivo es crear confusión.
Tenemos que asistir a tertulias donde los protagonistas son exaltados que defienden principios xenófobos y excluyentes, e independentistas que acusan a España de ser un “estado represor”. Nada que ver con la mayoría de la población.
Por una parte dirigentes de un partido que se ha reunido en Washington, por ejemplo, con Elliot Abrams, implicado en los genocidios y actos terroristas practicados durante la Guerra Fría en Guatemala, El Salvador o Nicaragua, y ahora elegido por Trump como representante para gestionar la ofensiva en Venezuela. Y por otra defensores de los políticos independentistas juzgados a los que califican como “presos políticos”, ocultando que, no solo violaron las leyes, sino sobre todo intentaron imponer de forma antidemocrática una independencia contra la mayoría de los catalanes que la rechazan.
Todo para ocultar la realidad social de unos recortes, que tanto Puigdemont como Casado defienden, y de unos derechos que tanto Torra como Abascal pretenden recortar. Lo que nos une a catalanes, madrileños, andaluces, vascos, castellanos… es la defensa de pensiones y salarios, de la sanidad y la educación públicas… Justo de lo que no quieren que se hable.