5º Garantizar precios justos para el campo y rentas suficientes
El 57% del territorio se dedica a la agricultura y somos el mayor productor de agricultura ecológica de la UE
Desarrollando una política integral en el campo andaluz que cree riqueza y empleo en todas y cada una de las comarcas.
Andalucía es una potencia agroalimentaria. El 57% del territorio se dedica a la agricultura y ganadería, en secano y regadío y sus potencialidades de desarrollo son extraordinarias. El sector agroalimentario es el pilar de las exportaciones andaluzas, con 11.355 millones de euros supone el 21,4% del total nacional. La ganadería genera una riqueza anual de 10.000 millones de euros. Es el mayor productor de agricultura ecológica de la Unión Europea, concentra el 45% de la superficie agraria ecológica española.
Pero hay un malestar por la situación actual que de agricultura hunde sus raíces en lo profundo y estructural de los ecológica de la UE principales problemas del campo andaluz, provocados fundamentalmente por el hundimiento de las rentas mientras los costes de producción no paran de aumentar y una gestión ineficiente de las instituciones.
La producción agrícola y ganadera está intervenida por las grandes cadenas de distribución, grupos monopolistas y multinacionales que imponen precios en origen al límite y por debajo de los costes de producción. Y unos costes, que ya venían disparados mucho antes de la guerra, que afectan no solo a la energía, electricidad y gasoil, sino a toda la cadena productiva: semillas, piensos, fertilizantes, productos fitosanitarios, envases…
Hoy el principal problema del campo andaluz es la crisis de precios en origen. Y su principal reivindicación medidas que garanticen precios justos que cubran los costes de producción y un margen de renta suficiente y digna.
Hay otros problemas estructurales que afrontar y darles solución. La distribución de los recursos de la Política Agraria Común (PAC). Todavía hoy los grandes terratenientes -el 40% son grandes empresas dueñas de latifundios- siguen acaparando el 80% de las ayudas, con grandes extensiones de tierras, muchas que no se cultivan, como Telefónica, que en 2019 recibió 2,6 millones de ayudas de la PAC. O grandes empresas como la mexicana Campofrío que apuestan por la ganadería industrial intensiva y las macrogranjas. Este es uno de los retos pendientes de la Reforma de la PAC.
Una Andalucía vaciada y abandonada. La Comunidad Andaluza es una región donde la despoblación en las zonas rurales se ha convertido en un problema: los pueblos andaluces han perdió 150.000 habitantes en la última década, la mitad de sus municipios se enfrentan al reto de frenar la despoblación, el 20% de los municipios de la Comunidad tienen encendidas ya las alarmas.
Jaén es el foco de la Andalucía vaciada o “abandonada” como dice el sociólogo Juan Manuel García.
Y hay que acabar con la precariedad laboral y salarial de los trabajadores en el campo y los restos feudales, desde los aproximadamente 131.000 jornaleros que cobran el seguro agrario (PER) y no tienen asegurado el trabajo todo el año, sometidos a condiciones de subempleo, paro y bajos salarios, a las 25.000 envasadoras almerienses con “jornadas infinitas”… Mientras sigue
habiendo tierras abandonadas y desaprovechadas.
Por eso es necesaria la aplicación de una política integral actuando en varios frentes que dé solución a los problemas urgentes y, al mismo tiempo, aborde soluciones a los problemas estructurales. Aplicando una política integral en el campo andaluz que cree riqueza y empleo en todas y cada una de las comarcas.
Esta es la clave.
Proponemos:
Medidas urgentes- Garantizar la aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria en todos sus tramos, con precios justos en origen. Solo será efectiva si hay un compromiso y coordinación de las dos Administraciones, el gobierno central y la Junta de Andalucía para aumentar las inspecciones de oficio y perseguir las prácticas abusivas.
- Medidas para reducir los costes de producción como la bajada de impuestos al gasoil y la electricidad...
- Incentivar la comercialización de los productos de cercanía, regionales y nacionales, protegiendo especialmente las pequeñas y medianas explotaciones frente a las importaciones incontroladas de terceros países que hacen competencia desleal sin cumplir los cánones de calidad exigidos en la UE, tiran los precios y dejan cosechas en el campo. Es necesaria una política de aranceles a los productos -tanto agrícolas como ganaderos de fuera de la UE y un Observatorio de Importaciones eficaz que controle las prácticas de las grandes cadenas de importación y distribución.
- Impulsar aún más la formación de cooperativas; la modernización de los modelos productivos tradicionales y el asesoramiento técnico agropecuario orientado a los jóvenes, sobre todo en la Andalucía vaciada.
- Llevar la industrialización al campo, con el desarrollo de las nuevas energías y la creación de industrias de transformación de los productos agropecuarios y forestales en las comarcas donde se producen...
- Apoyar la ganadería basada en el modelo extensivo e intensivo familiar ampliamente predominante en las más de 27.000 explotaciones ganaderas de la región. Frente a las macrogranjas impulsadas por fondos de inversión.
- Y que las infraestructuras de movilidad y telecomunicaciones y los servicios básicos y esenciales para el desarrollo económico y social lleguen a todas las comarcas.
Para llevar adelante estas medidas el Gobierno andaluz va a disponer esta legislatura, además de los presupuestos habituales y las ayudas de la PAC, de 12.710 millones del marco financiero 2021-2027 de la UE con fondos FEDER de Desarrollo Regional y del Fondo Social FSE
Acabar con los restos feudales en el campo.
Poner fin a esta situación exige una actuación integral para garantizar empleo estable y salarios suficientes y dignos a los jornaleros y trabajadores del campo.
Con medidas como:
- Una Ley de reforma agraria que expropie los latifundios improductivos o deficientemente explotados, poniendo esas tierras a disposición de cooperativas de jornaleros y pequeños campesinos.
- En la Andalucía “vaciada” es fundamental potenciar las cooperativas de jóvenes agricultores sobre la base de crear un “Banco de Tierras” con las tierras abandonadas y deficientemente cultivadas y con ayudas directas para generar nuevos cultivos.
- Aplicar la redistribución a la PAC. Las grandes familias terratenientes y grandes empresas reciben el 75% de las ayudas de la PAC. Un reparto más social de las ayudas de la PAC y de las instituciones. Canalizarlas a los productores directos por producción, apoyando el modelo de explotación familiar y profesional frente a la monopolización latifundista del campo, ajustando el techo de las ayudas.
Proponemos:
- La distribución de los recursos de la Política Agraria Común (PAC). Todavía hoy los grandes terratenientes -el 40% son grandes empresas dueñas de latifundios- siguen acaparando el 80% de las ayudas, con grandes extensiones de tierras, muchas que no se cultivan, como Telefónica, que en 2019 recibió 2,6 millones de ayudas de la PAC. O grandes empresas como la mexicana Campofrío que apuestan por la ganadería industrial intensiva y las macrogranjas. Este es uno de los retos pendientes de la Reforma de la PAC Impulsar aún más la formación de cooperativas; la modernización de los modelos productivos tradicionales y el asesoramiento técnico agropecuario orientado a los jóvenes, sobre todo en la Andalucía vaciada.
- Llevar la industrialización al campo, con el desarrollo de las nuevas energías y la creación de industrias de transformación de los productos agropecuarios y forestales en las comarcas donde se producen...
- Que lleguen a todas las comarcas las infraestructuras de movilidad y telecomunicaciones y los servicios básicos y esenciales para el desarrollo económico y social.
- Reforma agraria que expropie los latifundios improductivos o deficientemente explotados, poniendo esas tierras a disposición de cooperativas de jornaleros y pequeños campesinos y que canalice las ayudas de la PAC y de las instituciones a los productores directos.
- Inclusión de medidas para que las ayudas y los fondos de la UE no puedan ser acaparados por las grandes fortunas, grandes grupos monopolistas, fondos de inversión, rentistas latifundistas, etc...
- Una Ley de reforma agraria que expropie los latifundios improductivos o deficientemente explotados, poniendo esas tierras a disposición de cooperativas de jornaleros y pequeños campesinos.
- En la Andalucía “vaciada” es fundamental potenciar las cooperativas de jóvenes agricultores sobre la base de crear un “Banco de Tierras” con las tierras abandonadas y deficientemente cultivadas y con ayudas directas para generar nuevos cultivos.
- Aplicar la redistribución a la PAC. Las grandes familias terratenientes y grandes empresas reciben el 75% de las ayudas de la PAC. Un reparto más social de las ayudas de la PAC y de las instituciones. Canalizarlas a los productores directos por producción, apoyando el modelo de explotación familiar y profesional frente a la monopolización latifundista del campo, ajustando el techo de las ayudas.