En los próximos meses la compañía de teatro que dirige Jorge Eines, Tejido Abierto, iniciará una gira con la obra de teatro Peer Gynt, y lo hará en colaboración con El Foro del movimiento social, cultural y político Recortes Cero, al que pertenece esta casa.
Una gira conjunta en la que mediante la representación, la música y el debate, miles de espectadores podrán participar de un proceso de conocimiento y disfrute artístico, al mismo tiempo que conocen los proyectos y la razón de existencia de El Foro, que como dice su carta fundacional es heredero “de esa tradición cultural que pone el pensamiento al servicio de la transformación social, y de su pregunta central: ¿qué país necesitamos construir, qué papel puede jugar nuestro país en el mundo?”.
Desde esta columna llamamos a colaborar con la financiación de la obra a través de la plataforma de crowdfounding Verkami, a visitar en las redes sociales las páginas de Peer Gynt y la web del responsable de un proyecto como éste, Jorge Eines.
La obra
Peer Gynt es un drama del escritor noruego Henrik Ibsen escrito en 1867 e interpretado por primera vez en Oslo el 24 de febrero de 1876, con música del compositor Edward Grieg. A diferencia de los otros trabajos de Ibsen, Peer Gynt está escrito en verso. Originalmente iba a ser un drama escrito para ser leído, no para ser interpretado en teatro. Las dificultades para cambiar rápidamente de escena (incluyendo un acto entero en oscuridad) ocasionaron algunos problemas en la interpretación. Afortunadamente, Grieg creó lo que podría considerarse la primera banda sonora de la Historia, un apoyo musical que dio fluidez al conjunto y permitió su puesta en escena.
Integrada en la técnica interpretativa de Jorge Eines, la música en directo se convierte en un actor más y transporta al espectador a un entorno más allá del representado, gracias a la combinación del folclore noruego del siglo XIX con los ritmos actuales, se logra lo que perseguían Ibsen y Grieg, la fusión y enriquecimiento mutuo entre música y teatro.
“Acaso les agradará saber que Peer Gynt existió realmente, su nombre sigue siendo muy conocido para los que habitan las mejores fantasías de la escena. De sus hazanas no se sabe casi nada pero todo es posible de ser inventado si de Peer Gynt se trata.” De tal manera se expresaba Henrik Ibsen a mediados 1867 en una misiva que acompañaba el envío del manuscrito, concebido bajo el sol de Italia, de Peer Gynt a su editor. Peer Gynt es una fantasmagoría deliciosa. Un cuento seductor. Una fábula llena de incoherencias geniales. Un personaje paradójico que atrae y avasalla con su simpatía. Un personaje tan inverosímil como humano.
Peer Gynt se encuentra con el Quijote y con MarylIn Monroe y por un instante los fiordos noruegos, la meseta castellana y la ceremonia de los Oscar, son la misma cosa. Va más allá de personajes transformados en monstruos, en gnomos, en héroes o en villanos. Una mujer vestida de verde, un duende que es heredero de un rey, un reno que vuela por el aire son las fantasías de un genial autor convertidas por Tejido Abierto en la deslumbrante realidad de la escena. Peer Gynt al final de la obra no ha hecho más que completar un ciclo vital. Los espectadores hacen su propio viaje atrapados en la humanidad de un personaje que los envuelve y los revuelve.