ANA PINTO, ACTIVISTA DE JORNALERAS DE HUELVA EN LUCHA
Las jornaleras de Huelva se han organizado ante los abusos y pésimas condiciones laborales a las que están sometidas por los empresarios, cuya industria de los frutos rojos exporta más de 500 millones de euros de productos cada año. Philip Alston, de la ONU, visitó los asentamientos de los trabajadores de la provincia y afirmó que “sus condiciones rivalizan con las peores que he visto en cualquier parte del mundo” y dirigió la mirada sobre la multinacional estadounidense Driscoll’s, una de las empresas de referencia en el sector y propietaria de los derechos de explotación de las variedades más apreciadas de los frutos rojos.
“Queremos que, quien tiene en su mano presionar y legislar para que esto funcione correctamente y se respeten nuestros derechos, lo haga. Queremos trabajar y que esas empresas sigan para adelante, pero con derechos. Se generan muchísimos beneficios y a nosotras se nos está tratando como a una mierda. Los ayuntamientos, el Gobierno andaluz, el Gobierno Central tienen que presionar a las empresas” denuncia Ana Pinto.
Entrevista a Ana Pinto, ex jornalera y activista de Jornaleras de Huelva en Lucha
Ana Pinto es ex jornalera de los campos de Huelva. Denunciar la situación en el campo le costó el trabajo en el que llevaba desde los dieciséis años. Ahora, junto con sus compañeras, está en la lucha por los trabajadores. “Había que hacerlo. Hemos tenido que hacer sindicalismo sobre la marcha, a pasos forzados, pero es que las situaciones de abuso ya eran demasiado.” Nos habla sobre el despliegue de organización de las mujeres trabajadoras. “Estamos en la lucha con otras trabajadoras, las trabajadoras domésticas de Sevilla, con las Kellys… y está siendo muy bonito. Estamos conociendo unas mujeres super potentes de las que aprendemos una barbaridad”.
Ana es una de las impulsoras de la organización Jornaleras de Huelva en Lucha y, recientemente, ha empezado a ejercer de mediadora sindical con Abogadas Sociedad Cooperativa Andaluza.
¿Cómo son las condiciones de vida y trabajo de las jornaleras de Huelva?
La particularidad de la industria del fruto rojo está muy feminizada y racializada, porque buscan personas vulnerables para poder explotarlas más. Traen aquí a trabajar a mujeres marroquíes, las cuales en su país de origen tienen un salario tres o cuatro veces menor, y se aprovechan de sus circunstancias. Hay explotación para todos, pero podemos distinguir diferentes prácticas. Estamos las mujeres andaluzas, que hemos sufrido desde siempre la precariedad y la pobreza sin tener derecho a una hipoteca, a poder comprarnos un piso y un coche, porque con contratos temporales es muy difícil. Además, nos han subido los impuestos y tenemos que pagar casi 130 euros al mes durante todos los años para poder cobrar 430 euros de paro durante seis meses. Cada vez hay menos trabajo en el campo y pasamos meses sin trabajar. Después, están las compañeras que vienen con contrato de origen desde Marruecos, a las que meten en unas casuchas – por las que les cobran, cuando deberían ser gratuitas – que no reúnen las condiciones de higienes y de seguridad, alejadas de los pueblos, sin más transporte que una vez a la semana para poder ir a comprar comida, y solo a veces. Por otro lado, están las compañeras que no tienen papeles, trabajan sin contrato y viven en las chabolas. Son las que peores están. A la hora de enfermar les cuesta mucho acceder al sistema sanitario y medicamentes, viven en los márgenes, debajo de plástico, de palés de madera y de cartón. Año tras año, como ha ocurrido recientemente, el fuego arrasa con estos asentamientos.
Además, tenemos el añadido de los casos de abuso sexual, algo que se da por desgracia en todos los sectores, nos puede pasar a todas, pero aquí las compañeras de Marruecos están mucho más desprotegidas.
¿Qué ha aportado el Plan de Responsabilidad Ética, Laboral y Social (PRELSI) en términos de protección a las trabajadoras?
Para lo que ha servido es para proteger más a los empresarios, es un lavado de cara de la situación de abuso que salió a la luz. Dicen que todo funciona bien y que gracias al PRELSI no hubo ninguna situación de abuso el año pasado. La patronal niega rotundamente todo lo que ocurre en los campos. Tuvimos un caso de una compañera que murió de cáncer totalmente abandonada, dependía de que colectivos como el nuestro le llevara comida, medicamentos y la ambulancia cuando estaba mal. Tenía una úlcera en el pecho que le había dejado el cáncer, estaba en una casucha sin agua potable y llena de mierda. Otra compañera estaba viviendo en una chabola esperando un trasplante de riñón, enfermó trabajando y la dejaron tirada. Son situaciones de auténtica barbaridad.
El año pasado Inspección de Trabajo investigó el campo y salieron casos de abuso a la luz, sin embargo, la situación continúa siendo igual.
No puede ser que investiguen una vez y se acabe, aquí tienen que montar un dispositivo todos los años desde que empieza la campaña, con un cuerpo especial de Inspección de Trabajo que esté constantemente vigilando. El año pasado se demostró que han denunciado a 7 de cada 10 empresas. La explotación es una realidad que se da sistemáticamente y tienen que denunciarla de verdad, no como cuando denunciamos en la Inspección de Huelva que siempre nos dicen que está todo bien. La gente tiene miedo de denunciar, no nos podemos fiar de nadie. Los sindicatos hace mucho tiempo que nos abandonaron, están con la patronal y firman convenios abusivos. Nosotras hemos iniciado esta lucha a costa de perder nuestros empleos, aprendiendo sobre la marcha el sindicalismo y a conocer nuestros derechos. Ha salido la presidenta de la Diputación hace una semana con la patronal de Huelva diciendo en una entrevista que la patronal del fruto rojo es ejemplar y que nos tenemos que sentir orgullosos de ella. ¿Cómo se va a animar la gente a denunciar?
Jornaleras de Huelva ofrecéis asesoría laboral y jurídica para exigir el cumplimiento íntegro del Convenio Colectivo del Campo. ¿Qué condiciones mejorarían si se cumpliera?
Si nos hicieran el contrato de trabajo como fijas discontinuas en vez del contrato por obra y servicio sería un gran avance. Trabajamos en una campaña tras otra en la misma empresa, yo he estado catorce años firmando el mismo contrato por obra y servicio. Nos facilitaría que pudiéramos pedir una hipoteca y un préstamo, como cualquier otro trabajador. También nos daría más seguridad porque no tendrían tan fácil amenazarnos con echarnos. Se eliminaría el requisito de las listas de productividad con el que nos obligan a trabajar a destajo. Te mandan los kilos que has recolectado ese día en el trabajo y te dicen que te pongas las pilas o que te castigan con tres días de empleo y sueldo. Eso no es vida para nadie. Se trabaja con muchísima presión y a disgusto.
Jornaleras de Hueva en Lucha contáis con el apoyo de tres artistas que han sacado la canción “Mujer Frontera” para recaudar fondos.
La canción la compuso Clara Peya, una pianista catalana, y participan Alba Flores y la rapera chilena Ana Tijoux. Se pusieron en contacto con nosotras para ofrecernos todo su apoyo y donar todos los beneficios a nuestra organización. Estamos muy contentas. Se puede comprar la canción para colaborar y animamos a toda la gente a participar. A mí personalmente me ha parecido un acto de justicia poética total, porque cuando yo empecé en esta lucha precisamente fue porque nos prohibieron escuchar música en el campo. Son muchas horas en el campo durante muchísimos años y la música amenizaba el trabajo, nos lo prohibieron para tenernos más sometidas si cabe, para ponernos el pie en el cuello. Ahora tenemos mucha visibilización en nuestra lucha gracias a la música.