RECORTES CERO – GRUPO VERDE
LA IZQUIERDA QUE DICE NO A LOS RECORTES
Los recortes determinan nuestra vida, nuestra libertad y nuestra democracia. Pero la izquierda hoy presente en el Parlament no coloca lo que más preocupa a los catalanes, especialmente a los trabajadores catalanes, en el centro de la política que se proponen hacer en los cuatro próximos años. Recortes Cero-Grupo Verde sí es claro al presentar como lema de campaña “La izquierda que dice NO a la independencia y NO a los recortes”.
Recortes Cero-Grupo Verde es la izquierda que dice NO a la independencia desde los intereses pueblo trabajador. Porque quien nos divide nos debilita.
Tal y como plantea Nuria Suárez, cabeza de lista de la candidatura, “que entre Recortes Cero-Grupo Verde en el Parlament es la garantía para que el centro
de la política catalana vire hacia la lucha contra los recortes”.
Existe en Cataluña una mayoría social que desde la izquierda rechaza tanto la independencia como los recortes. Y que reclama que los problemas principales del pueblo trabajador -los salarios, las pensiones, la sanidad, la educación…- dejen de ser relegados por el procés y se coloquen en primer plano.
Esta mayoría debe estar representada en el Parlament, a través de Recortes Cero-Grupo Verde.
Frente a quienes se reclaman de izquierdas pero en realidad han enterrado la lucha contra alos recortes. Desde ERC, la CUP, pero también los dirigentes de “en común podemos” que presentan candidaturas independentistas en sus listas y ponen todo el peso en “el combate contra la deriva centralista y autoritaria”, sembrando una confusión que solo contribuye a que se oculte una vez más la necesidad de colocar en primer plano la lucha contra los recortes.
Cataluña es la autonomía que más ha recortado desde el inicio de la crisis en políticas sociales. En total 5.438 millones de euros, más de 722 euros por habitante. Casi la mitad de esos recortes han sido en Sanidad y Educación públicas, que han sido puestas en cuestión por quienes se lanzaron a un “procés” soberanista ocultando bajo esas banderas la realidad social de Cataluña que ellos mismos han creado.
Los recortes en la Sanidad pública son la punta de lanza de los recortes en Cataluña. Y tienen una repercusión directa en la vida de los catalanes. La esperanza de vida de los catalanes de los barrios más pobres de Barcelona es diez veces menor que la de quienes viven en los barrios más ricos. La Sanidad pública catalana ha recortado más de 3.300 profesionales de atención primaria hayan perdido su puesto de trabajo. En las listas de espera hay casi 170.000 pacientes que esperan intervenciones quirúrgicas. Y aún siguen sin recuperar las más de 2.700 camas perdidas, las urgencias y otros servicios cerrados.
Los recortes draconianos en la Sanidad pública están al servicio de la privatización incluyendo la externalización de pruebas y el desvío de operaciones a centros privados, mientras los Hospitales públicos están infrautilizados.
En la Educación pública catalana los recortes por estudiante superan el 34,5%. Se han perdido 4.300 profesores.
En la Educación universitaria, el gobierno de Artur Mas recortó más de 300 millones la aportación de la Generalitat a las siete universidades públicas de Cataluña y se han perdido1.300 profesores.
En la Educación no universitaria se han recortado 1.076 millones de euros y 3.000 profesores: los recortes han recaído sobre los alumnos más vulnerables: becas de comedor, desaparición de la 5ª hora, reducción a la mitad de las ayudas a las guarderías públicas…
Cataluña tiene una larga tradición cultural, artística y científica duramente golpeada por las políticas de recortes. La ciencia y la investigación, la cultura y las artes, pueden y deben ser verdaderos motores económicos para la prosperidad de Cataluña.
La izquierda que trabaja por la unidad para Redistribuir la riqueza
En Ciencia la Generalitat ha recortado su aportación en 165,5 millones. Y 395 millones de euros en Cultura, sobre todo, en cultura popular y asociacionismo.
La clase obrera y el pueblo trabajador tenemos los mismos intereses en Hospitalet y en Sevilla, en A Coruña o en Barcelona y necesitamos unidad para redistribuir la riqueza, para subir salarios y pensiones, acabar con los recortes o atender a las personas más castigadas por el saqueo de los últimos diez años.
Recortes Cero – Grupo Verde es la única candidatura con un proyecto global para Cataluña y para España que se llama Redistribución de la Riqueza.
Redistribuir la riqueza es el camino para activar la economía, salir de la crisis en beneficio de la mayoría y ayudar a las personas.
Con el pretexto de la crisis lo que se ha impuesto es un auténtico saqueo sistemático de nuestros salarios y rentas impuesto desde el exterior, por parte del FMI y Bruselas, y ejecutado por los gobiernos de Zapatero y Rajoy desde Madrid; y Artur Mas y Puigdemont desde Barcelona.
Unos hemos sido “recortados”, los trabajadores y el 90% de la población, mientras otros -la oligarquía, la banca, los monopolios y el capital extranjero, se han “forrado”.
Basta con hacer unos números básicos para comprender la sangrante realidad de este trasvase de riqueza desde las rentas salariales hacia las rentas del capital, desde el 90% de la población hacia los bancos y monopolios, y desde la riqueza nacional hacia el capital extranjero.
La magnitud de este trasvase de riqueza, que se ha dado en toda España y, por supuesto en Cataluña, es lo que está en la base de aún siendo Cataluña una comunidad rica sea, con el conjunto de España donde más han aumentado las desigualdades y el empobrecimiento.
La mayoría se empobrece mientras la riqueza se acumula en cada vez menos manos de la banca, los monopolios y grandes fortunas y el capital extranjero.
La suma de las distintas rebajas salariales, recortes y subida de impuestos muestran como desde 2008 los catalanes hemos perdido salarios, ingresos y rentas por valor de casi 16.000 millones de euros. Que han ido a parar a los beneficios del capital.
Pero gran parte de ese trasvase ha ido también desde las pymes y autónomos -que han tenido que cerrar o perder cuota de mercado- a la oligarquía, un pequeño puñado de bancos y monopolios, que concentran cada vez más el mercado y las ganancias.
Existe, en tercer lugar, un tercer trasvase oculto desde las principales fuentes de creación de riqueza en toda España y en Cataluña, al capital extranjero.
Dueños a finales del 2016 del 50% de la deuda, del 41,5% de las acciones de la banca y de aproximadamente el 43% del capital de los grandes monopolios.
La conclusión a la vista del cuadro que presentamos es concluyente: ¡No es crisis, es saqueo!.
El proceso independentista unilateral ha dañado gravemente los intereses del pueblo trabajador, relegando los auténticos problemas que determinan calidad de vida y el bienestar de los catalanes, y que afectan especialmente a la clase obrera y al pueblo trabajador.
Cataluña es una de las comunidades más ricas y con muchos recursos, la mayor economía de todas las comunidades autónomas por PIB. Pero también donde más han aumentado las desigualdades. El nivel y las condiciones de vida del pueblo trabajador no se corresponde con el nivel de riqueza.
Los catalanes generan cada año casi 212.000 millones de euros en nueva riqueza. El problema es cómo se distribuye, quién se apropia y se beneficia de la riqueza que se produce.
Es la más rica y al mismo tiempo la comunidad autónoma con mayores desigualdades y un profundo abismo social, donde más salarios bajos y pensiones hay.
Según un informe de la federación de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS) “la sociedad catalana es cada vez más desigual”. “La población catalana con ingresos inferiores al 40% de la renta media aumentó un 28,57 % entre 2013 y 2014. Por otro lado, el 20 % de la población con un nivel económico más alto gana 6,5 veces más que el 20% la población con un nivel económico más bajo”. “La desigualdad en las rentas hace que los ricos sean cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres y la clase media esté desapareciendo”.
Redistribuir la riqueza para activar la economía. Acabar con el paro, poner fin a los recortes y ayudar a las personas.
Redistribuir la riqueza no es repartir el empleo “porque es un bien escaso”, multiplicando los trabajos temporales y por horas, el empleo precario y subvencionado. O repartir una pequeña parte para “paliar los efectos de la crisis” en los sectores más vulnerables y empobrecidos, a costa de aumentar la deuda pública. Ni que los trabajadores tengan que dedicar una parte de los sueldos, ya precarios, a los fondos privados de pensiones porque se recortan las pensiones públicas.
El problema no es cuanto “nos roba España”, sino por qué la riqueza que controla una minoría de bancos, monopolios, grandes fortunas y el capital extranjero no se redistribuye de otra manera y se pone al servicio de los intereses de la mayoría de la población y las necesidades del pueblo trabajador.
Redistribuir la riqueza es aplicar un programa que establezca cuáles son los problemas, qué recursos hay que movilizar y qué políticas redistributivas aplicar para que la riqueza que ahora se apropian en su exclusivo beneficio los principales expropiadores (bancos, monopolios, grandes fortunas y el capital extranjero…) se redistribuya al servicio de los intereses generales de la inmensa mayoría de los ciudadanos, elevando su poder adquisitivo, siendo un motor de desarrollo económico y creando nueva riqueza y empleo.
Por eso, la primera medida de Recortes Cero – Grupo Verde para redistribuir la riqueza es subir salarios y pensiones. No es posible ningún programa de redistribución de la riqueza que no plantee como primera esta medida. Que ninguna otra candidatura en la izquierda propone.
En Cataluña los trabajadores asalariados y pensionistas sumamos 4,36 millones, casi el 60% de la población. De cual sea el poder adquisitivo y las condiciones de vida dependen el destino de la economía catalana.
De ellos 2,2 millones cobra salarios o pensiones por debajo de 1.000 euros al mes, por eso, aplicar la redistribución a salarios y pensiones para que nadie cobre menos de 1.000 euros al mes significa elevar de golpe el nivel de vida del 30% de la población de Cataluña. No es sólo una medida justa, sino un potente motor económico para reactivar la economía creando más riqueza y empleo.
Esto supone una elevación general del nivel general de vida y el poder adquisitivo de la mayoría de los catalanes. Y una activación de importantes resortes de la economía.