Desde hace diez años sufrimos saqueo y degradación…
El saqueo de los salarios y rentas de la gran mayoría de la población. Y la degradación política y económica de España como país. Nos lo vienen imponiendo los dictados del FMI y la Comisión Europea en connivencia con una minoría de grandes bancos y monopolios.
La consecuencia es un insoportable aumento de las desigualdades y una precarización de las condiciones de vida de amplios sectores de la población.
Y pretenden que la desigualdad se haga estructural y crónica:
– Se presenta a los pensionistas como una carga, para privatizar las pensiones.
– Se precariza y empobrece a los trabajadores, que no pueden subsistir con un sueldo, para incrementar los beneficios.
– Se ataca la Sanidad pública convirtiéndola en un negocio para los fondos extranjeros.
– La vivienda es un lastre que hace pobre a la gente, y enriquece a los “fondos buitre” y a la banca.
– Los servicios básicos, luz, agua, gas, transporte y comunicaciones son un auténtico atraco de los monopolios y multinacionales al bolsillo de las clases populares.
La alternativa es Redistribuir la Riqueza
España necesita redistribuir la riqueza. Esta es una exigencia que ya se ha convertido en un clamor social.
El PIB español no ha dejado de crecer desde 2013, y sin embargo siguen aumentando las desigualdades. La economía está creciendo, bancos y monopolios, nacionales y extranjeros, multiplican sus beneficios.
Pero el crecimiento debe llegar a toda la población y no sólo a una minoría. Más de dos tercios de esa riqueza se la apropia un pequeño grupo de grandes bancos y monopolios, o el capital extranjero. Los ricos son más ricos a costa del empobrecimiento de la mayoría, de un pueblo trabajador más precario y con menos derechos.
Pero redistribuir la riqueza no es aprobar algunas medidas de “justicia social”, que mitiguen los efectos de los recortes, ni tampoco a realizar algunos ajustes para que se cumpla lo que ya está establecido en la Constitución.
Redistribuir la Riqueza, es poner los enormes recursos económicos de nuestro país al servicio de la gran mayoría, para reindustrializar el país, crear riqueza y empleo, subir salarios y pensiones, mejorar la sanidad y la educación públicas…
De esta forma sí es posible atajar el empobrecimiento y las desigualdades.
Nos enfrentan y nos dividen para que el saqueo continúe
Quieren que Cataluña sea una “herida abierta” que impida la unidad para luchar contra la desigualdad y los recortes. Degradan el país para hacernos más débiles, buscando que el pueblo y los trabajadores estemos enfrentados y divididos.
Se degrada el país:
– Cuando se atacan la democracia y las instituciones, como si fuéramos un país atrasado dominado por la herencia franquista.
– Cuando se habla de un pueblo español sometido o insolidario. Por el contrario, encabezamos la lucha mundial de las mujeres, de los derechos LGTBI; hemos sido un ejemplo de unidad y lucha contra los recortes y en defensa de las libertades; hemos vivido las grandes movilizaciones del 15-M, contra la Guerra de Irak o contra ETA.
– Cuando se presenta la irrupción de la ultraderecha como una “vuelta del franquismo” y no como un fenómeno financiado y apadrinado en toda Europa por la política de Trump.
La alternativa es la Unidad
La libre unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España es progresista.
Detrás de la herida abierta, de la división, el enfrentamiento y la degradación del país, están los intereses de quienes quieren frenar los avances la lucha popular y la mayoría de progreso, para someternos a un empobrecimiento estructural que les permita mantener sus beneficios y privilegios.
O se apoya la unidad, o se apoya a quienes nos quieren débiles y enfrentados para saquearnos mejor y expoliar las riquezas del país.
No es el franquismo o la derecha cavernícola, son Trump y sus muros, los monopolios, las multinacionales y la gran banca.