El municipalismo necesita una voz que defienda sus intereses y le represente en el Parlament. Un municipalismo transformador como estrategia de intervención política.
Una apuesta municipal no significa solo representar a los ciudadanos con concejales en el Ayuntamiento. También significa generar espacios de participación, crear estructuras organizativas entre la gente, impulsar movilizaciones, redes, plataformas de lucha…
Por eso pensamos que no tiene ningún sentido restringir el municipalismo a la gestión del Ayuntamiento. Necesitamos trabajar juntos y en profundidad en todas las formas de intervención en la vida local. Por eso también necesitamos una voz en el Parlament, donde se deciden muchas de las políticas que afectan a nuestras vidas y a la gestión de nuestros recursos.
No se trata solo de mejorar las cosas desde el trabajo institucional, sino reforzar desde ese ámbito, un conjunto más amplio de intervenciones en los barrios, en defensa del medio ambiente y del patrimonio, en defensa de los espacios públicos…
Por eso apostamos por las asambleas vecinales, las asambleas de electores donde los cargos rindan cuentas de sus compromisos y puedan ser revocados si no cumplen, por reforzar las plataformas locales y los espacios de debate. Porque ahí están muchas de las claves de la transformación de nuestra sociedad.
La vida política local es un entramado de relaciones en el que intervienen sin duda muchos de los agentes que también están presentes a nivel autonómico, pero de un modo distinto. Por eso necesitamos estar presentes en el Parlament.
Hacer política municipalista significa saber interpretar esa realidad diferenciada que es nuestro pueblo, conocerla y entenderla, y saber construir a partir de ella utilizando sus propios códigos y ritmos.
Apostamos por construir espacios en el que las organizaciones independientes municipales podamos compartir, colaborar, debatir, apoyarnos e intercambiar experiencias en beneficio de nuestros beneficios, tomando un objetivo como principio unitario: redistribuir la riqueza para mejorar las condiciones de vida de nuestros vecinos, promoviendo principios como:
- La cercanía, la participación y el empoderamiento de la ciudadanía (la democracia participativa).
- La transparencia.
- Los presupuestos municipales con capacidad de decisión real de los vecinos, y consultas ciudadanas vinculantes.
- Dar autonomía al ámbito técnico (sin influencia política).
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